Detección y atención temprana
A día de hoy, no es posible diagnosticar el TEA a través de la presencia de marcadores biológicos sino que es necesario acceder a una valoración especializada basada en la conducta observable, realizada por un equipo multidisciplinar de profesionales con formación específica en TEA de ámbitos como la psicología, la medicina, o la educación.
Un diagnóstico precoz forma parte del recorrido necesario para acceder a una atención temprana específica y especializada (conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años diagnosticada de TEA o con riesgo de presentarlo, a su familia y su entorno) para dar respuesta a las necesidades que presenten en las primeras etapas del desarrollo.
Una atención temprana es esencial para favorecer el desarrollo y la calidad de vida de los niños y niñas con TEA, al mismo tiempo que favorecer el bienestar emocional de las familias. Además, los sistemas de atención temprana están respaldados por los principales tratados internacionales aplicables a los niños y niñas con discapacidad, como son la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Nuestra labor
Trabajamos en tres áreas:
El programa bbMiradas, impulsado en 2018 por la Fundación Miradas y la Asociación Autismo Burgos, tiene como objetivo identificar las señales que alertan sobre la presencia de TEA en bebés con un elevado riesgo genético de presentarlo (fundamentalmente, hermanos/as de personas con TEA) o niños y niñas que presenten señales de alarma respecto a su desarrollo.
Actualmente, desde Autismo España impulsamos la implantación en red de un programa de detección precoz del autismo con impacto en todo el territorio nacional.
En 2020 pusimos en marcha un estudio, ‘Análisis normativo: la atención temprana que reciben los niños y niñas con autismo’ que puso de manifiesto la falta en nuestro ordenamiento jurídico de una normativa estatal armonizada que regule el sistema de atención temprana, siendo las comunidades autónomas las que ostentan las competencias para aprobar su propia normativa al respecto.
Esta situación provoca diferencias y enormes disparidades en aspectos como la definición de los sistemas de atención temprana, la edad de acceso y finalización; la oferta de los servicios, profesionales y frecuencia de la atención; importantes implicaciones para la igualdad de oportunidades de los y las menores en el espectro del autismo, así como para su desarrollo evolutivo y su calidad de vida, lo que se traduce en una desigualdad de oportunidades en función de la comunidad de residencia.
Nuestras demandas
La Estrategia Española en trastorno del espectro del autismo (aprobada en 2015 como marco de referencia para la definición de las acciones estatales, autonómicas y locales que contribuyan a ofrecer, en todos los territorios, una orientación común que garantice la igualdad de oportunidades y el disfrute efectivo de los derechos del colectivo de personas con TEA y sus familias) dedica su línea 6 a las necesidades de atención temprana que tienen los niños y niñas con TEA. A partir de este marco de referencia, desde Autismo España trabajamos para:
Que se favorezca el acceso a la atención temprana personalizada desde el nacimiento hasta los 6 años a todos los niños y niñas que reciban el diagnóstico de TEA (con independencia de su lugar de residencia) o que se encuentren en situación de riesgo de presentarlo (por ejemplo, hermanos de niños con TEA que presenten ciertos indicadores de alarma), por parte de equipos interdisciplinares formados en modelos de intervención basados en la evidencia.
Que se fortalezca el desarrollo y se fomente el uso, por parte de las comunidades autónomas, de una red variada y suficiente de centros especializados en la atención a menores con TEA, como los centros de atención temprana o centros de recursos.
Que se impulse la coordinación de los recursos de los sistemas implicados (servicios sociales, educación y salud), dotándoles para ello medios y recursos adecuados y suficientes, así como la constitución de equipos interdisciplinares.
Que se favorezca la detección precoz y el abordaje temprano del TEA, promoviendo el acceso igualitario de todos los niños y niñas a programas individualizados, especializados y flexibles, que incorporen el uso de prácticas basadas en la evidencia.